martes, 23 de abril de 2019

La mala mujer


 
https://www.publico.es/politica/memoria-publica/80-anos-mujeres-libres-xxx-mujeres-libres-anarquistas-revolucionaron-clase-obrera.html
Mujeres Libres: las anarquistas que revolucionaron la clase obrera hace 82 años
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La libertad en la mujer sigue siendo sinónimo de loca, puta, egoísta, inconsciente, irresponsable, inmadura y todos los conceptos asociados a la mala mujer o incluso a la "no mujer".

La experiencia que quiero compartir no es original ni única sino que es tan corriente y, al mismo tiempo, esta tan silenciada que parece que sólo le pasa a una misma, pero es la historia de vida de millones de mujeres que formamos una familia y quedamos atrapadas en su seno de forma invisible y teniendo muchas dificultades para romper con esa dinámica tan normalizada de “aguantar” por los niños, por la economía, por lo que digan los demás, porque es lo que todo el mundo hace, por la vejez, por la culpa (una compañera habitual de nuestro género) y así nos dejamos llevar a una vida vacía en la que son siempre las necesidades, deseos y juicios de los demás los que deciden sobre ella.
La privacidad de la familia es sagrada y un arma contra nosotras que hace que nos cueste mucho compartir e incluso sintamos vergüenza de prácticas cotidianas como el “con-sentir” las relaciones sin deseo.
La familia son los cimientos donde se sostiene y reproduce el patriarcado, generándose relaciones de poder que la historia ha normalizado invisibilizandolas.
Por la ideología patriarcal construimos nuestra forma de amar en base a unos mitos que perpetúan el machismo en las relaciones. Y la ideología capitalista se mantiene, principalmente, a través de la idea de la concepción de la propiedad privada del ser que "amas" y toda la parafernalia de herencias.
Pero a diferencia de lo que los medios de comunicación capitalistas y heteropatriarcales quieren hacernos pensar, el amor es personal y lo personal es político y, como dice Mary Wollstonecraft, “nos engañan para que pensemos que nuestra subordinación en los distintos espacios de la vida social es una prueba de amor”
Hay tres frases muy ilustrativas que forman parte de nuestro imaginario colectivo y afectan a nuestra construcción del género y a nuestra forma de relacionarnos y "amarnos": quien bien te quiere te hará llorar, los que más se pelean son los que más se desean y del amor al odio hay un paso.
Así pasamos de tener un proyecto en común a sentirnos terriblemente traicionados si la relación se estanca o el amor no es lo que habiamos imaginado y ese proyecto (los niños) pasan a ser moneda de cambio y a sufrir las consecuencias de nuestra decepción transformándose muy a menudo en frustración, en impotencia y, sobre todo en el sexo masculino, muchas veces, en violencia de género. 
Por eso un trabajo importante contra la violencia de género pasa por, no sólo descosificar a la mujer y su cuerpo sino desmontar todos los mitos que nos han transmitido a ambos sexos con el amor romantico.
"El día en que una mujer pueda amar, no desde su debilidad sino desde su fuerza, no para escapar de sí misma sino para encontrarse, no para rebajarse sino para afirmarse -- ese día será para ella, como para los hombres, una fuente de vida y no de peligro mortal".
Simone de Beauvoir