martes, 23 de abril de 2019

La mala mujer


 
https://www.publico.es/politica/memoria-publica/80-anos-mujeres-libres-xxx-mujeres-libres-anarquistas-revolucionaron-clase-obrera.html
Mujeres Libres: las anarquistas que revolucionaron la clase obrera hace 82 años
pincha en la imagen para conocer mas sobre ellas

La libertad en la mujer sigue siendo sinónimo de loca, puta, egoísta, inconsciente, irresponsable, inmadura y todos los conceptos asociados a la mala mujer o incluso a la "no mujer".

La experiencia que quiero compartir no es original ni única sino que es tan corriente y, al mismo tiempo, esta tan silenciada que parece que sólo le pasa a una misma, pero es la historia de vida de millones de mujeres que formamos una familia y quedamos atrapadas en su seno de forma invisible y teniendo muchas dificultades para romper con esa dinámica tan normalizada de “aguantar” por los niños, por la economía, por lo que digan los demás, porque es lo que todo el mundo hace, por la vejez, por la culpa (una compañera habitual de nuestro género) y así nos dejamos llevar a una vida vacía en la que son siempre las necesidades, deseos y juicios de los demás los que deciden sobre ella.
La privacidad de la familia es sagrada y un arma contra nosotras que hace que nos cueste mucho compartir e incluso sintamos vergüenza de prácticas cotidianas como el “con-sentir” las relaciones sin deseo.
La familia son los cimientos donde se sostiene y reproduce el patriarcado, generándose relaciones de poder que la historia ha normalizado invisibilizandolas.
Por la ideología patriarcal construimos nuestra forma de amar en base a unos mitos que perpetúan el machismo en las relaciones. Y la ideología capitalista se mantiene, principalmente, a través de la idea de la concepción de la propiedad privada del ser que "amas" y toda la parafernalia de herencias.
Pero a diferencia de lo que los medios de comunicación capitalistas y heteropatriarcales quieren hacernos pensar, el amor es personal y lo personal es político y, como dice Mary Wollstonecraft, “nos engañan para que pensemos que nuestra subordinación en los distintos espacios de la vida social es una prueba de amor”
Hay tres frases muy ilustrativas que forman parte de nuestro imaginario colectivo y afectan a nuestra construcción del género y a nuestra forma de relacionarnos y "amarnos": quien bien te quiere te hará llorar, los que más se pelean son los que más se desean y del amor al odio hay un paso.
Así pasamos de tener un proyecto en común a sentirnos terriblemente traicionados si la relación se estanca o el amor no es lo que habiamos imaginado y ese proyecto (los niños) pasan a ser moneda de cambio y a sufrir las consecuencias de nuestra decepción transformándose muy a menudo en frustración, en impotencia y, sobre todo en el sexo masculino, muchas veces, en violencia de género. 
Por eso un trabajo importante contra la violencia de género pasa por, no sólo descosificar a la mujer y su cuerpo sino desmontar todos los mitos que nos han transmitido a ambos sexos con el amor romantico.
"El día en que una mujer pueda amar, no desde su debilidad sino desde su fuerza, no para escapar de sí misma sino para encontrarse, no para rebajarse sino para afirmarse -- ese día será para ella, como para los hombres, una fuente de vida y no de peligro mortal".
Simone de Beauvoir

domingo, 30 de septiembre de 2018

Aprendiendo a volar


Parecía un día cualquiera, salí a tomar el aire y paseando por los cerros del pueblo me aleje mas de lo habitual. Hacía un día tan perfecto, el aire era fresco y ligero y yo necesitaba sentirlo en mi piel así que me quite la chaqueta y aceleré el paso.
Me sentía tan abrumada, tan asustada con mis emociones, tan atrapada en mi atareada cotidianeidad que no encontraba sosiego en el paseo y mis piernas avanzaban a paso rápido por entre los matojos que cada vez se hacían mas espesos y difíciles de sortear. Adoraba perderme por esos montes, en ellos siempre me sentí libre, su belleza aturdía mis sentidos y su grandeza me hacía sentir la insignificancia y escaso valor de la mayoría de cosas del mundo pero, con mi estado de ánimo, el paseo solo conseguía esta vez aumentar mi ansiedad.
Giré a la izquierda y allí estaba, sentado al borde del camino con un fardo indescriptible del que colgaban los cachivaches más inverosímiles, tranquilo y sereno como si el monte fuera su hogar.
Me miró abiertamente y me sonrió. Me preguntó que quien me perseguía y entonces me dí cuenta que estaba huyendo.
Era extraño y al mismo tiempo parecía lo mas natural del mundo que estuviese allí en medio del monte y en ese preciso momento; me senté cerca, sofocada por la caminata y cansada, como si fuese una cita a la que había llegado un poco tarde y, sin darme cuenta, me quedé dormida.
Cuando desperté había una hoguera encendida y era noche cerrada, afortunadamente no hacía mucho frío y la hoguera nos calentaba. Volvió a sonreirme con esa sonrisa abierta y franca que me embriagó y, mientras trajinaba entre sus cachivaches y sacaba algunas cosas de comer y beber, yo me dispuse a estudiar su rostro.
Tenía la piel muy curtida por el sol y unos ojos pequeños y tristes de un color oscuro, profundo e indeterminado y te miraban como si fueses lo único que existiera en el mundo, su aspecto era despreocupado, casi desaliñado y me deje encandilar por su presencia
Empezó a hablar despacio, como si me estuviese contando un secreto, y casi acariciándome con las palabras, poco a poco fue desgranando melodias, guiños e historias que me mantuvieron despierta toda la noche y poco a poco el miedo cedió el lugar al gozo, todo se tambaleo en el mágico baile de la vida y yo me acurruqué más cerca, entregada al relato, ávida por saborearlo y por conocerlo, apasionadamente, y la noche pasó como un suspiro.
Y con el primer albor del día cada uno seguimos nuestro camino..
Cuando me fui a poner la chaqueta no pude, con sorpresa descubrí que en la espalda me habían crecido unas alas. 

"Como una navaja,
partió al Amor en dos
el filo del alba"
Isabel Escudero

lunes, 10 de septiembre de 2018

Perdida en la noche


Era una mujer triste, surcada por las cicatrices de la vida había ido abandonando sus pasiones y acomodándose a lo que sus seres queridos esperaban o necesitaban de ella. Poco a poco se fue diluyendo en la cotidianeidad y sólo la satisfacción de las cosas bien hechas la hacía sentir algún atisbo de satisfacción.
Y se creyó que podría vivir siempre así, sin sobresaltos, sin pasiones que la llevasen más allá de las convecciones. 
Seguía siendo un poco oveja negra, un poco rebelde, un poco rara y caprichosa, lo justo para sobrevivir pero en lo esencial su vida estaba perfectamente fiscalizada. Y eso que no se había casado, no había bautizado a sus hijos, se negaba a que las instituciones decidiesen sobre su vida y no participaba en los eventos sociales o festivos cargados de hipocresia que montaban por doquier. Pero en el fondo sabía que la habían domesticado, que la vida deseante estaba lejos de ella, que las rejas las llevaba dentro y era ella sola la que no se permitía ser y sentir la vida en toda su intensidad. Porque esa intensidad la había cambiado por la seguridad, esa posibilidad de gozo mutó en certeza de saber lo que se tiene. Y la aridez y la esterilidad lo abarcaban todo. 
Afortunadamente siempre tuvo la literatura para escapar de la realidad, pero eso era todo.
Necesitaba que sucediese algo que la obligase a salir de esa cómoda muerte y salió a buscarlo.
Apenas recordaba los locales a los que iba en su juventud pero intento encontrarlos en el viejo barrio en el que fue tan feliz y estuvo tan viva. Las mariposas en el estomago se instalaron en el momento que puso un pie en las familiares y oscuras callejas. 
En el primer sitio que entró pidió un ron, tenía frío y el alcohol bajo por su garganta ardiendo y llevándose con él la ansiedad que le asfixiaba. Sonaba un jazz provocador y gamberro, y se sentía tan bien que se puso a bailarlo. Nadie se fijaba especialmente en ella y esto la hizo sentir bien. En las paredes del local había pinturas antiguas de cantantes de jazz, el local estaba sucio y muy destartalado, abarrotado de las cosas más dispares como su clientela pero todos los que allí bebían parecían encontrarse muy a gusto, como si nadie tuviese que justificarse de ser quien era. Eso le gustó, le hizo sentir cómoda, la reconcilió consigo misma.
Hubiese querido seguir caminando y descubriendo otros lugares y gentes pero se encontraba tan bien que pidió una cerveza y se acercó a una mujer que estaba sentada en la barra. Empezaron a hablar de cosas sin importancia y pronto se dió cuenta de cuanto tenían en común, de cuanto aliviaba descubrir que no era alguien raro y excentrico sino solo alguien que se atrevía a quejarse, a buscar, a perder, a mejorar, a cambiar, a rebelarse, a perseguir sus sueños y, al final de la noche, borrachas perdidas, juntas fueron al baño y con el pintalabios de ella se pintaron una gran sonrisa que las liberó de sus trisrejas.



"Ven, noche,
y borra los caminos:
¡Que no sepa yo por
dónde!"
Isabel Escudero

miércoles, 25 de abril de 2018

Gente creciendo en relación



En las casas de acogida necesitamos, como en cualquier grupo de convivencia, unas normas básicas que faciliten el dia a dia con los demás:
  1. Por causas de seguridad y salud de las nanas
  2. Por respeto a los demas y a las cosas.
  3. Por necesidad de colaborar en las tareas que facilitan la convivencia, asumir responsabilidades y adquirir autonomía.
Pero la asunción de responsabilidades no es tarea facil, sobre todo en cuestiones de tareas domésticas en las que a priori no hay ninguna motivación intrinseca.
A este respecto los educadores nuevos recurrentemente se sienten "chachas", sobre todo, cuando se trata de adolescentes, con toda la carga negativa hacia las "chachas" y poniendo en evidencia esa desconexión entre lo que implica una experiencia de cuidado y las "responsabilidades del educador"
Vivir en una casa limpia, tener la comida preparada a tu hora y acostarte en una cama que no tenga las sábanas hechas una pelota es una vivencia de cuidado que si no la has tenido no la puedes buscar ni interiorizar de un dia para otro. La adquisición de los hábitos más básicos es un trabajo de años que muchos adolescentes no han experimentado en su vida.
Este debate entre nuestra responsabilidad y su autonomía es recurrente y no encontramos muchas estrategias más allá de las meramente conductistas si queremos conseguir resultados a corto plazo: "tu haces y yo te pago por ello". Pero estas estrategias no hacen que los chavales interioricen la necesidad de instaurar ese hábito y, a veces, lo viven como una manipulación y lo aprovechan para vincular directamente el premio o refuerzo positivo a necesidades puntuales, creando lo contrario que pretendemos, una resistencia al hábito como modo de autoafirmación o una vivencia del premio como chantaje.
Los mejores refuerzos son los naturales, los reales, los intrinsecos, los que motivan a continuar creciendo, trabajando, aprendiendo.
En el camino de acompañar a una niña en su desarrollo lo importante es el camino, no alcanzar la meta; porque la forma en que se recorre ese camino o se enseña, forma parte del aprendizaje. Aqui el fín tampoco justifica los medios sino que estos se convierten en fin en si mismos.
Con refuerzos positivos compramos obediencia pero no les ayudamos a crecer y a que aprendan a decidir por ellos mismos.

Otra cosa que puede afectar mucho a las nanas es la forma que tenemos de vincularnos porque, pese a que nos vinculemos desde la convivencia y la relación, no deja de ser un vínculo mediatizado por un contrato de trabajo y por un horario.
Esto las nanas y nanos lo tienen que tener presente para no sufrir decepciones. Las relaciones tienen que ser auténticas pero los chicos tienen que saber que no nos los vamos a llevar a nuestras casas y que no van a formar parte de nuestras vidas mas que de forma puntual para evitar dependencias que luego les hagan sufrir y sentirlas como nuevos abandonos.
Este tema es complicado máxime cuando Consellería se desentiende de ellos con 18 años y algunas no pueden volver a sus casas ni enfrentarse a la vida con sus propios medios. Afortunadamente ahora parece que estan integrando con la nueva ley los pisos de emancipación en la red de protección. Tal vez es buen momento para crear estos espacios. Eso no quita que podamos comprometernos a nivel personal con los chicos y las chicas y prestarles todo el apoyo y acompañamiento posterior que necesiten.

sábado, 25 de noviembre de 2017

La relación como base de la intervención



El conflicto es necesario, es importante y es la herramienta más valiosa que tenemos después de la relación y el vínculo.
No podemos borrar el conflicto de la vida de las chicas y chicos que se encuentran en el sistema de protección como por arte de magia. El hecho de tener techo y comida no quiere decir que tengan sus necesidades cubiertas, no va a evitar que cada uno reproduzca (sobre todo cuando han cogido confianza) el malestar que llevan dentro con las formas y la emoción que les enseñó la vida. Y nosotros tenemos que tomar ese conflicto con la punta de los dedos para que no se nos deshaga entre ellos o para que no explote y, con todo el respeto y la sensibilidad que podamos manifestar hacia lo que el chaval siente, hacerlo herramienta, constituirlo oportunidad educativa, aprovecharnos de él y tomarlo como un momento privilegiado en el que se nos "permite" intervenir.
Pero no podemos intervenir si la chica o el chico sobre el que recae esa intervención no nos da permiso. Por eso antes hay un trabajo mucho más importante que es la construcción de la relación, el ir acortando distancias para que el otro no nos perciba como invasor, ir compartiendo espacios y tiempos en la cotidianeidad y también en la excepción e ir tejiendo una suerte de relación que, solo en la medida que el adolescente quiera, se transformará en relación educativa. Y solo en la medida que la chica o el chico perciban esta relación como positiva y valiosa para él cumplirá su función, podremos constituirnos en referentes valiosos y nuestra palabra tendrá un sentido, será escuchada y tenida en cuenta.
Las que somos madres y padres hemos adquirido y asumido otro ritmo tanto en las urgencias como en las expectativas con los chavales y chavalas y esto ya de por si mismo nos da una serenidad y una postura mucho menos rígida y menos gravosa ante decepciones y objetivos no cumplidos que no tiene los educadores más jovenes que no ha tenido la experiencia de acompañar a un bebe que no entiende de urgencias, ni de prioridades ni de razones, las mamas y papas hemos experimentado como pasito a pasito todo se alcanza y como en educación las prisas no son buenas compañeras.
Los chicos tienen que vernos como algo que no va contra su instinto de conservación, tenemos que buscar momentos de diálogo y de cercanía con ellos, compartir numerosos espacios y tiempos para que no se rompa esa relación base de la acción educativa.
Y la autoridad y el respeto no te lo puedes coger, te lo tienen que dar los chavales por eso también la relación hay que cuidarla, mimarla, darle todo el valor, llevarla entre algodones porque a estos chicos acostumbrados al abandono, al paso constante de personas por sus vidas, al desapego, a la soledad, lo único que los puede limitar es sentir nuestra sincera apuesta personal por ellos pese a su conducta, es percibir el cariño, la preocupación, el respeto a su malestar a su rabia, a su enfado y, porque no, percibir que tienen derecho a enfadarse y a mostrarlo al mundo con toda su intensidad. Esa percepción de que seguimos allí sin desencantarnos, desde una posición crítica y educativa con su conducta, pero sin dejar de apostar por ellos, animándolos a volver a intentarlo, eso es lo único que los puede persuadir de que su conducta hace daño y les hace daño y les puede hacer cambiarla.

lunes, 9 de febrero de 2015

La raiz de la violencia

12 Puntos por Alice Miller



"Hace ya varios años que está científicamente comprobado que los efectos devastadores de los traumatismos infligidos a los niños repercuten inevitablemente sobre la sociedad. Esta verdad concierne a cada individuo por separado y debería –si fuese suficientemente conocida– llevar a modificar fundamentalmente nuestra sociedad, y sobre todo a liberarnos del crecimiento ciego de la violencia. Los puntos siguientes ilustrarán esta tesis:

miércoles, 23 de julio de 2014

Una niña en busca de su identidad

El corto de Peque Varela empieza mostrando el circo de la realidad (una realidad impuesta, estereotipada y normativa: folklore, ejercito...), a una niña que apenas ha empezado a representarse a si misma, que apenas ha empezado a configurar su identidad. La ausencia de color y las lineas diáfanas de la representación de la niña nos hablan de que los géneros y los cuerpos son materializaciones politico-culturales que no tienen una existencia anterior a la cultura y al lenguaje; nos recuerdan que ni el cuerpo ni el genero poseen un origen previo, natural e inmaculado y que discurso, genero y cuerpo son inseparables.
Como Judit Butler nos dice, nuestra identidad y, con ella el sexo y el genero, se producen en relación con los otros, son actos. Esta niña empieza a moverse entre las fronteras de lo que le permiten y, sin construir su individualidad, es "insertada" en el grupo y empujada a moverse al mismo ritmo, en los mismos parámetros y con las mismas reglas.
Cuando la seguridad interior le permite alejarse del grupo y correr sin miedo empiezan a aparecer otro tipo de condicionamientos externos que le paran los pies, performando su identidad incipiente. En esta primera carrera en solitario me viene a la mente una frase repetida a lo largo del curso de Ana Arent: "la acción no es el comienzo de algo sino de alguien"
Pero la norma va dirigiendo sus mas pequeños movimientos y hasta el tamaño de su letra es puesta en cuestión y obligada a ceñirse a unos margenes precisos y delimitados. No hay espacios para la creatividad y la libertad. Esta parte del corto constituye una clara critica al sistema educativo. El mundo que se presenta en el horizonte esta acotado y no da lugar al descubrimiento, a la sorpresa, a la aventura; todo esta cuidadosamente programado en un apretado curriculum que no tiene en cuenta ni los intereses ni mucho menos los deseos de las niñas y los niños y bajo unas condiciones que hace que no se planteen tomar decisiones por su cuenta.
Cuando su elección se sale de los parámetros establecidos como normales en el sistema de sexo-genero y hace elecciones de genero que no se corresponden con el sexo asignado biologicamente, son los iguales, normativizados bajo las mismas condiciones opresoras y performativas, quienes se encargan de no dejar que esto suceda o de desplazar a la disidente a lugares menos visibles o marginales.
Tanto la ropa, como los deportes o incluso los colores, son instrumentos del sistema de sexo-genero para mantener el sistema de correspondencia y la normativa heterosexual. El cuerpo se nos muestra sexuado y con ello vulnerable y expuesto a los demás y la niña va construyendo su identidad, que siempre es de genero, forcejeando con los procesos de sujecion-subjetivacion. El cuerpo aparece, como dice Begoña Sáez, como contexto y como norma para la (re)creación de la identidad, se nos presenta no solo como resultado del contexto normativo sino como agente normativizador.
Con sueños no permitidos, insultos y burlas, la construcción de su identidad esta ya configurada de antemano por otros. Otros son también quien definen su ser y deciden su orientación sexual.
El nudo en el estomago es su niña perdida, enredada en un bosque ajeno que es la cultura y esos insultos performativos que amenazan con ocupar todo su espacio vital y engullirla, anulando su individualidad. En el corto se pone de manifiesto, como dice Lyotard, que la cultura no es un sistema de representaciones que copian o reflejan la realidad y los sujetos, sino un auténtico dispositivo -utilizando el término foucaultiano- que los genera. Ese garabato en el estómago representa el "lío", el conflicto existencial, el exilio de uno mismo. La protagonista lo soluciona cuando empieza a darse cuenta de los mecanismos y disposiciones culturales que la sujetan, impidiéndole crecer en libertad, y desenreda el nudo, liberándose de las presiones sociales.
Lo que ha tomado como rasgo interno de ella misma es algo que, como nos dice Butler con el termino performatividad, anticipamos y producimos mediante ciertos actos culturales, un efecto alucinatorio de gestos naturalizados.
Pero como dice Begoña Sáez, el carácter performativo de su identidad, la convierte en objeto de su propia (re)creación que siempre se lleva a cabo en el marco de un discurso que nunca es ajeno al del poder institucional.

 "Ser nosotros mismos nos causa ser exilados por muchos otros. Sin embargo, cumplir con lo que otros quieren nos causa exilarnos de nosotros mismos" Clarissa Pinkola

sábado, 1 de marzo de 2014

Re-cordando al Agus


"RECORDAR: Del latín re-cordis, volver a pasar por el corazón." 

Conocí al Agus en Blanquerías cuando yo vivía con el Brasi y su madre. Lo conocí en el callejón donde vivía él, las Rosas y Carmen, allí venían también el Abogatti y el Niño a contarnos anécdotas de sus experimentadas vidas de calle, con la flauta en una mano y el sombrero en la otra para conseguir dinero cuando hacía falta.
El Agus trabajaba y cada mañana, aunque la noche hubiera sido muy larga o el sueño muy corto, él se levantaba de donde le hubiera llevado la noche y sus acólitos y se iba invariablemente a su trabajo. Era el chispas de la peña y de los pocos que aguantaba y cumplía con un horario laboral de forma habitual.
Ibamos a la catedral, la casa de comidas de Jose, allí trabajaba Guille, y poco después al Racó que se habían quedado el Agus y el Jorge (en ambos bares acabe trabajando yo también).
Alrededor de la plaza del Carmen Había mucha vidilla porque también por aquel entonces (1987-1988) se okupó la primera Casa Okupada en Valencia: El Kasal Popular de Palma 5 y allí nos fuimos a vivir el Abogatti, la Mari, el Pakote, yo y allí bajo su palmera del patio se abrió un bar, se bailo al son de Maniatica y juntos fuimos haciéndonos más grandes y más amigos.
En ese tiempo lo recuerdo viviendo con la Carmen la llarga, Ramontxo y el Hipie en la calle San Vicente.
Era muy buen conductor, le gustaba conducir y con él fui a innumerables fiestas, conciertos, excursiones, acampadas, bajadas al moro, jeje, recuerdo una en concreto con Javi, el Acelerao, nos hicieron una "foto" acorde con el lugar y el momento, y en medio de los montes del Rif nos pintaron un cuadro que regalé al Fonso, porque en él también estaba Josetxu.
Si alguna vez nos quedamos colgados fue por alguno de los también innumerables coches de segunda mano que tuvo, estoy segura que ni él sabía el número de estos. El Agus siempre estaba dispuesto a liarla, a llevarnos, a ayudar, a currarse lo que fuese, con ese buen humor y buena disposición constante. Luego es verdad que no tenía mucho aguante (seguramente debido a que era el único que invariablemente madrugaba) y siempre se dormía a mitad de fiesta y en cualquier lugar, yo llegué a verlo durmiendo con la cabeza apoyada en el bafle del escenario de un concierto.
Aunque fué un gran amigo y tuvo muchos amantes no llego a tener ningún novio permanente y cuando apareció el Fer, el Agus encontró al hermano, al amigo y al compañero de su vida pero eso es mejor que lo cuente él...
Crecí contigo y una parte muy grande de ti esta en mi y me acompañará siempre. Gracias Agus.

lunes, 9 de diciembre de 2013

Escuchar con el corazón




Momo sabía escuchar de tal manera que a la gente tonta se le  ocurrían, de repente, ideas muy inteligentes. No porque dijera o preguntara algo que llevara a los demás a pensar  esas ideas, no; simplemente estaba allí y escuchaba con toda su atención y toda simpatía. Mientras tanto miraba al otro  con sus grandes ojos negros y el otro en cuestión notaba de inmediato cómo se le ocurrían pensamientos que nunca hubiera creído que estaban en él. 
Sabía escuchar de tal manera que la gente perpleja o indecisa sabía muy bien, de repente, qué era lo que quería. O los tímidos se sentían de súbito muy libres y valerosos. O los desgraciados y agobiados se volvían confiados y alegres. 
Y si alguien creía que su vida estaba totalmente perdida y que era insignificante y que él mismo no era más que uno entre millones, y que no importaba nada y que se podía sustituir con la misma facilidad que una maceta rota, iba y le contaba todo eso a la pequeña Momo, y le resultaba claro, de modo misterioso mientras hablaba, que tal como era sólo había uno entre todos los hombres y que, por eso, era importante a su manera, para el mundo.
Momo, Michael Ende

Tan importante esa escucha que no busca nada mas que entender al otro, sin jucios ni consejos, solo escuchar con los ojos, con los oidos, con la piel. Y ese tiempo invasor que coloniza nuestras vidas y las acota quitandoles lo esencial y vaciandolas con sus prisas, sus programas, sus calendarios...

Los niños y los adolescentes, no lo olvidemos, no tienen mas tiempo que el presente y lo consumen a grandes sorbos que a las adultas domesticadas nos atragantan.

Gracias Ibonne por esta pausa para recordar, reflexionar y ver la importancia de parar el tiempo, de olvidar las prisas, de mirar a los chicos y chicas a los ojos y dejarlos hablar sin la imperiosa necesidad de juzgarles, de darles un consejo, de encontrar nuestra respuesta educativa "correcta". Simplemente escuchar, como Momo, para que ellos solos descubran lo mejor de si mismos.

http://iboneolza.wordpress.com/2013/12/09/momo-y-la-escucha/

viernes, 30 de agosto de 2013

La teta es mucho mas que alimento



Muchas mamás pasan por muchas dificultades para amamantar a sus bebes y, la sociedad en general y los profesionales de la salud en particular, no suelen ofrecer apoyo y confianza a las madres sino que enseguida proponen el apoyo de la leche de formula que suele acabar con muchas lactancias. Pero muchas experiencias han demostrado que incluso en situaciones extremas se puede mantener la lactancia; hace poco me he enterado que incluso sin haber parido podemos estimular nuestro pecho para amamantar a un bebé. Somos mamíferos y solemos olvidarlo y damos a nuestros bebes leches de animales que son hervíboros y tienen hasta cinco estomagos.¿Como va a ser igual esa leche para nuestros bebes? y lo que es peor ¿cuantas más cosas les quitamos con el biberon, chupetes y demás elementos des-madrizadores?.
El bebé humano nace inmaduro y dependiente del cuerpo de la madre que es su ecosistema en el cual tiene todo lo que necesita para sobrevivir: calor, alimento, seguridad, afecto...una exterogestacion es lo más adecuado para sus primeros meses de vida y el padre y la sociedad en general deberían ser los instrumentos de apoyo para que esto fuese posible.
Si queremos lo mejor para nuestros niños debemos exigir al mundo que alienten este vinculo y lo hagan posible. Sin tribu se convierte en una tarea monumental.

martes, 27 de agosto de 2013

Pequeñas memorias



Otra vez habían vuelto a gritarse, a faltarse al respeto, a enfadarse, a herirse; como una rueda de molino predestinada a tropezar una y otra vez en la misma hendidura, viéndolo venir y sin poder evitarlo, cada domingo se repetía la misma historia.
El abuelo insistía en que no faltáran a la cita y ninguna razón era suficiente para saltarse su terquedad y su determinación. Y había días buenos en que incluso apetecía madrugar un poco y coger la carretera rumbo al pueblo, pero otras veces era todo un trabajo conseguir encontrar bajo las sabanas las ganas de levantarse e imponerse, en su único día libre, esa obligación que debería partir del puro deseo y disfrute, del cariño.
En su subconsciente era tan grande el peso del deseo paterno que, en silencio, conseguía aplastar los suyos propios casi sin que se diera cuenta y además aplastaba los de sus hijos en pro de ese deseo superior que los tenía colonizados.
Y todo para seguir siendo juzgada y condenada, para seguir frustrando las expectativas de su padre.
Recordaba su juventud cuando no podía esconder sus sentimientos y sus deseos eran irrenunciables, recordaba el asco que le daba la hipocresía de todo el mundo, condenado a seguir haciendo lo que era correcto, lo que tenía que ser, lo que los demás esperaban de ellos, recordaba la violencia que respiraba tras esas vidas impolutas y su soledad, su desarraigo absoluto y su deseo oculto de no pertenecer a nada ni a nadie. Entonces todavía buscaba un mundo mejor y unas gentes mas integras y odiaba a su familia por no ser capaz de arrancarse los hilos invisibles que le ataban a ella y le hacían sentir culpable por no ser lo que ellos esperaban, por no hacer lo que ellos querían, por no someterse.
Recordaba a sus aliados los montes que tantas veces le habían arropado, consolado y servido de refugio, recordaba sus gritos silenciosos escritos en la multitud de cartas y hojas que escribía, recordaba sus mudos amigos los libros con quienes había conocido la diversidad del mundo y con quienes tantas aventuras y tantos mundos había corrido.
Pero por alguna razón que no consigue desvelar, no recuerda casi nada de su infancia; un vacío que produce vértigo es lo único que encuentra cuando intenta hurgar en su mente buscando sensaciones, momentos, personas de su tierna infancia, lo único  que encuentra es un sentimiento de insignificancia, de desvalidez que lo ocupa todo.

Recordar: Del latín re-cordis, volver a pasar por el corazón          E. Galeano

miércoles, 14 de agosto de 2013

Casilda, una lectura necesaria
























Del blog alternativohe sacada esta entrada sobre Casilda Rodrigañez. Estoy leyendo su libro y estas mujeres dicen por mi todo lo que ha despertado en mi su lectura.
Es realmente curioso el proceso por el que muchas mujeres “despiertan” y se sumergen en el mundo de la crianza consciente y otra visión del mundo.
Unas simplemente siguen su instinto y olfato, ajenas a cualquier teoría oficial o alternativa, y no etiquetan nada, otras a través de las dificultades (parto, lactancia, sueño infantil, duros puerperios, …), leyendo a algún autor con el que se identifican y que pone voz a tu sentir interno, informándose por puro interés sobre el mundo de la maternidad en toda su amplitud, o porque un día, de repente, se ven las cosas con otros ojos.
Cada una tiene sus autores favoritos. La mayoría de las familias en este ámbito conoce algo de Carlos González, Rosa Jové, o Laura Gutman, pero son menos los que se atreven con una autora contundente y radical (por ir a la raíz) como Casilda Rodrigáñez.
Casilda no es una escritora “para todos los públicos”, despierta grandes amores, o incomprensiones y rechazos y necesita un momento vital concreto para ser comprendida. Pero, dado ese paso, sus planteamientos son muy valiosos y detonantes de cambios en la percepción de nuestra civilización y en la vida personal.
Dicen quien la conoce en persona que Casilda es una gran oradora y que sudiscurso se entiende y se vibra mucho más en las conferencias, pero sus libros también destilan su fuerza.
Cabe destacar que los 4 libros de esta autora, además de estar disponibles en tiendas, se pueden descargar GRATUITAMENTE desde su web.

Reproducimos a continuación dos textos de dos blogueras que explican en voz alta por qué son fans de Casilda Rodrigáñez y qué les ha aportado su obra.
Son Marisol Paredes de Crianza y Sociedad, quien envió estas reflexiones por mail a sus amigas y de ahí la espontaneidad y sinceridad, y Serpiente Violeta que lo publica en su blog


UN REGALO PARA LAS MUJERES (U HOMBRES DE “MENTE ABIERTA” QUE QUIERAN SABER MÁS DE ELLAS)
No me canso de recomendar a esta extraordinaria mujer,Casilda Rodrigáñez. Sus libros son, de hecho, nada fácil de leer pero sobre todo de “digerir”, uno puede sentirse asombrado hasta molest@, pero una cosa es segura que hace sentir miserable o bien revolucionario. Tuve la “suerte” de llegar a ella después de haber leído a varios autores que cita en sus libros y quizás por esto estuve un poco “preparada” para el bombardeo y comprensión de muchos temas “difíciles” (algunos tabúes o prohibidos).
Ella ha investigado el tema de la maternidad durante mas de 20 años especialmente con literatura científica (la ciencia “libre”) de diferentes disciplinas. histórica, biológica, psicoanalítica, antropológica, neurociencia, etc…… y se ha topado con la caja de pandora.
Lo más interesante después de leerla: un@ se sentirá más libre o dispuest@ a desafiar al mundo “artificial” que se nos ha creado desde hace unos 5000 años, cuando empezó el mundo masculino (patriarcal), dispuest@ a dejar o pelear por salir de la “sumisión INconsciente”.
Recomiendo leer en este orden sus libros, pero se pueden leer obviamente indistintamente:

La Represión del deseo materno y la génesis del estado de sumisión inconsciente
El Asalto al Hades
La Sexualidad y el funcionamiento de la dominación
Pariremos con Placer

LO PRIMERO
Lo primero y definitivamente determinante, fue leer los libros deCasilda Rodrigañez. Llevo ya más de un año recomendándolos a diestra y siniestra, y no me canso…. son un tesoro.
Comencé a leerlos y fue entonces que empecé a pensar, como decía, en lo que significa ser mujer. Pensé por primera vez en el útero, en la sexualidad propiamente femenina y en la maternidad.
A medida que pensaba en ello, me fui dando cuenta de que el ser mujer está socialmente definido por lo que significa NO SER UN HOMBRE, y que así mismo están definidos todos los seres. Todo está sujeto a este parámetro. Todo (o más bien todos) se significan a través del concepto de lo masculino, y más específicamente del hombre occidental, blanco, con dinero.
En el mundo en que vivimos es eso lo válido y lo deseable, y todos los que quedan por fuera de esa denominación, sonvíctimas de la dominación y por ende, de segregación. Son los animales y la naturaleza en general, las mujeres, los niños, los hombres de color, los indígenas, los gitanos, los latinos, los discapacitados, los pobres.
Comencé a comprender que todo aquello que se le ha quitado a las mujeres a través de la historia, se le ha quitado en realidad al mundo, y que la sociedad que tenemos es el resultado de haber rechazado y reprimido lo esencialmente femenino. Así, todas mis causas, las de antes, las de siempre, empezaron a entretejerse por la urdimbre de la mujer; todo tomó forma… fue amparado y acunado por una sola causa que lo reunía todo: LA CAUSA DE LOS FEMENINO ENTENDIDO COMO OPOSICIÓN A LO PATRIARCAL.
ASÍ EMPEZÓ TODO
(…) Hace exactamente dos años yo era una persona totalmente diferente a lo que soy hoy. Uno no creería que una persona puede cambiar mucho en dos años, pero sí… Hace dos años yo no tenía idea de lo que era ser una mujer. Ni psicológica, ni física, ni social, ni políticamente. Por supuesto que era una mujer (tampoco he cambiado tanto) pero nunca había pensado -realmente PENSADO- en lo que eso significaba. Y creo que si uno no piensa las cosas, y luego las nombra, no puede tampoco llegar a sentirlas a plenitud.
Así que esa era yo… como son muchas personas… un sujeto que anda por ahí, sin saber verdaderamente quien es.
Lo que sí era, era una persona que se preocupaba por como son las cosas en el mundo, y habiendo sido así por mucho tiempo, me había metido con infinidad de causas: los animales, los bosques, los niños, el agua, las víctimas de la guerra… por muchas cosas me había interesado yo, sin sentir nunca que hiciera mucho… sin creer que lo que hacía pudiera realmente cambiar algo.
Y por eso mismo tarde o temprano, siempre perdía el entusiasmo. Siempre quería hacer más. Encontrar algo que me fuera propio… algo apasionante, algo verdadero, algo que generara un verdadero cambio. Adopté con más seriedad la causa que me era más querida, que era la del medio ambiente. Comencé una carrera relacionada en la universidad, me metí de cabeza en internet y tras mucho leer y mucho buscar, di con el tema de las ecoaldeas y de la permacultura. Ese interés me llevó a España y allá, sin querer, pasó algo que cambiaría mi vida para siempre.
Estaba yo haciendo pues un curso de permacultura, y al final, por cosas de la vida, recibí de manos de un amigo un cuadernillo. Este era un panfletillo sin pretensiones que ponía “contra la represión sexual civilizada“. Y decidí empezar a leerlo al final de mi viaje.
Lo abrí como quien abre una revista de variedades, y así, sin más, sin aviso previo, lo que leí arrasó con todo. Fue como un bombardeo de cosas en las que nunca antes había pensado: la sexualidad de la mujer, el parto civilizado, la matrística, las culturas de la vieja Europa, la sexualidad primitiva, el imperio patriarcal, la sumisión inconsciente, el amor libre, el significado de la serpiente….
Y digo que arrasó con todo porque después de eso, de mí no quedó mucho. Fue como si me hubieran cortado en pedazos. Como si me hubieran penetrado con una lanza hasta lo más profundo del subconsciente. Como si me hubieran sacado, después de muchos años, de un letargo profundo. Devoré todo lo que tenía esa lectura. Cogí la bibliografía recomendada y la leí también. Cada nombre, cada autor, cada página web. Lo leí todo. Y a medida que leía, más adentro iba, más cosas sentía, más cambiaba. Cuando pude salir de esta vorágine había pasado más de un año, y yo ya era otra.
Hoy siento como si algo indescriptible se hubiera apoderado de mí. Creció desde la base de mi espina dorsal y me envolvió en un calor nunca antes sentido. Me meció con un vaivén de agua, suave y sensual. Me despertó con el aroma de las flores y los colores de los frutos maduros. Me envolvió como una serpiente, pesada, fuerte, palpitante…y en entre su piel húmeda y suave, me convirtió en mujer.
Serpiente Violeta

martes, 16 de julio de 2013

La educación creadora

 
 "Todo comenzó durante la II Guerra Mundial cuando Arno Stern, judío alemán, sin saber nada de psicología, pedagogía, enseñanza, dibujo…tuvo que hacerse cargo de un grupo de niños huérfanos. Llegó una caja de la Cruz Roja con pinturas y pinceles y como era escaso para la cantidad de niños que había, tuvieron que idear entre todos la mejor manera para economizar material. Asignaron un pincel a cada color para aprovechar la pintura; al no tener mesas suficientes, colocaban las hojas de papel en la pared… Arno Stern no sabía enseñar pero si que podía hacer el trabajo de los niños más agradable, sirviéndoles. Vio entonces que los niños cambiaban, se hacían más fuertes, seguros y entonces decidió hacer de aquel su trabajo.
Se dio cuenta de que todos los niños dibujaban lo mismo y recorrió el mundo investigando la forma de pintar de la gente de las diferentes culturas que iba encontrando. Demostró que el aprendizaje de la pintura corresponde con una evolución en los trazos programada genéticamente. En nuestro código genético, por el hecho de ser humanos está la capacidad de crear.
Un día los niños comienzan un juego emocionante, muchas veces de manera accidental se producen sus primeras manifestaciones gráficas. Todos los niños viven este proceso con pasión y pocos al llegar a la adolescencia continúan expresándose mediante la pintura. ¿Por qué sucede esto?
Esto es debido a la intervención de los demás, que aunque cargada de buenas intenciones, es totalmente desacertada. Que ¿por qué? Vamos a verlo:
Si como Arno Stern descubrió es cierto que todos los niños dibujan lo mismo, entonces estas primeras figuras “universales” son trazadas según una ley interna. No existe deseo de representación, los niños trazan según una ley interna que no depende del exterior, de lo observado ni tan siquiera de los pensamientos. Un ejemplo de esto es que todos los niños del mundo pintan las mismas casas, independientemente de su lugar de origen y de la arquitectura local.
Al estar con los niños si desconocemos su proceso natural de aprendizaje es frecuente intervenir, intentando enseñarle. Le cogemos el papel y el lápiz y le decimos.” No así no se hace, mira”. Le dibujamos algo, ofreciéndoselo como modelo. Pero entonces no hacemos más que apartarle de su camino, interrumpirle su pensamiento, distraerle de sus intereses y necesidades, desorientarle y hacerle sentirse perdido e inseguro. Ahora ese niño querrá hacer algo que no puede hacer y que además no necesita hacer. El equilibrio está roto. Su seguridad perdida. Y para colmo, en adelante tendrá que hacer miles de veces dibujos impuestos, fichas para rellenar, completar, colorear. Se va a ver forzado a explicarlo todo sobre sus trazos hasta que algún día dirá: ¿Qué hago? Y por último el:" no se dibujar".
Los niños no necesitan copiar objetos, sino representarlos desde su imaginación para jugar, pero los adultos queremos corregir ese juego con la fatua pretensión de enriquecerlo y lo modificamos hasta hacerlo desaparecer. Pero a pesar de esta evidencia, la escuela no ha establecido una relación directa entre el fracaso en el aprendizaje del dibujo y su pretensión de enseñarlo.
Esto son sólo unas pinceladas sobre el descubrimiento de Arno Stern que se puede extrapolar a cualquier otra materia y en general a la vida y a la escuela, la enseñanza y el aprendizaje. 

Aqui os dejo una interesante introducción a la ciencia que por azar descubrió Arno Stern escrita por el Director de un taller de educación creadora en Bilbao: José Miguel Castro:
INTRODUCCIÓN A LA SEMIOLOGÍA DE LA EXPRESIÓN
En los talleres de educación creadora tienen en cuenta muchos factores a la hora de hacer los grupos, teniendo en cuenta la diversidad. Todas las personas que están en un grupo determinado son totalmente diferentes entre si. De esta manera no se pueden comparar con nadie y cada uno aporta lo suyo. Además en el taller el educador, no motiva, ni enseña, ni interpreta, solo sirve. Su misión es hacer el trabajo cómodo y agradable.
La educación creadora establece unas condiciones en las que todas las personas pueden sentirse seguras y afirmarse sin depender de un modelo. El desarrollo de la capacidad creadora para cualquiera circunstancia de la vida, se basa en la posibilidad de reencuentro con todo lo que se tiene de diferente, original y personal, sin inhibiciones y lejos de la exhibición. Libre de modelos, comparaciones y juicios, el temor desaparece, los límites se rompen y se evoluciona más allá de lo que imaginamos ser capaces. Así se puede improvisar, investigar, crear, desarrollar la actividad más seria y rigurosa que existe: el juego".

Nuestro papel como educadores no debería ser el de dirigir o controlar, sino servir, respondiendo a las necesidades de los niños y sus variados y diferentes intereses.
Os invito a visitar el siguiente enlace sobre los talleres que tienen Vega Martín y José Miguel Castro:
Diraya, con interesantísimos artículos sobre temas variados.

miércoles, 19 de junio de 2013

miércoles, 12 de junio de 2013

La metamorfosis


"El género es una construcción social, tenemos órganos sexuales diferentes, sí, pero la mayoría de las diferencias psicológicas catalogadas como femeninas-masculinas nos han sido impuestas a través de roles culturales, que no biológicos, desde la infancia.

No existe lo masculino, o femenino, todas las personas tenemos necesidades afectivas, todas las personas tenemos un lado emocional y un lado más agresivo, instintivo, sólo que según nacemos varón o mujer, nos obligan a desarrollar o a reprimir unas u otras emociones y comportamientos, lo cual es terriblemente perjudicial.

Dejemos de perpetuar roles absurdos y ponernos corsés que nos aprisionan y nos impiden desarrollar nuestro potencial y nuestra verdadera esencia"

 Maria Jesus Gomez Ferro

Tanto las niñas como las niñas deben de ser libres de elegir lo que les agrada, que se vistan de azul o de rosa no afecta su desarrollo identitario, al contrario, darles esa libertad lo reafirma porque la identidad la deben construir ellos, no los que están al rededor.  Pero la libertad esta prohibida y todo nos viene impuesto:


Como ser, como vestir y lo que todavía es peor como sentir:


Pero todavía quedan personas fantásticas que se pasan por el forro lo que piense el mundo y se ponen al lado de sus niños, los apoyan y los acompañan en el maravilloso proceso de crecer
http://www.elmundo.es/elmundo/2012/10/05/internacional/1349462278.html

¿Les permitiremos volar como libres, coloridas y preciosas mariposas o les condenaremos a arrastrarse como orugas grises y reprimidas en una crisálida estrecha y obsesiva que no les dejo desarrollarse y que arrastrarán toda su vida?  

lunes, 27 de mayo de 2013

TDHA: Manifiesto de Consenso de diferentes profesionales de la salud

Pincha en la imagen para acceder al documento

Y pincha en la siguiente dirección para acceder a la página  de la Federación Española de Asociaciones de Psicoterapeutas donde además del documento teneis una recogida de firmas que podeis apoyar:
http://www.feap.es/noticia.php?id=72
Es un Manifiesto de Consenso que han firmado una serie de profesionales del campo de la psicología, la psiquiatría, la neurología, la pediatría, la medicina familiar, la psicopedagogía y la psicomotricidad en que quieren hacer constar su preocupación por la facilidad con que se diagnostica de TDAH (Trastorno por Déficit de Atención con y sin Hiperactividad) a muchos niños en edad escolar.
El escrito es muy interesante ya que viene a darnos la razón a aquellos profesionales  y personas sensibles que estábamos viendo como en muchos casos los trastornos que sufren los niños no son debidos a problemas psicológicos que pueden curarse con medicación, sino que hay que profundizar en los contextos y los motivos que llevan a esos niños a no atender ni tener interés por la enseñanza.

Es un texto fácil de entender y dice cosas tan interesantes como que el diagnóstico de este síndrome se realiza generalmente en base a cuestionarios administrados a padres y/o maestros y el tratamiento que se suele indicar es: medicación y modificación conductual. El resultado es que los niños son medicados desde edades muy tempranas, con una medicación que no cura (se les administra de acuerdo a una situación, por ejemplo, para ir a la escuela) y que en muchos casos disimula sintomatología grave que se manifestará en un futuro o encubre deterioros que se profundizan a lo largo de la vida
No dejéis de leerlo si sois padres preocupados por la educación y la salud de vuestros hijos y si sois educadores que veréis respuesta a muchas dudas que se nos presentan en nuestra labor diaria.

También podeis leer el artículo sobre las controversias, divergencias y convergencias que actualmente hay sobre el TDHA del Doctor Alberto Laza Zulueta, especialista en Psiquiatría y Psicoterapia y Jefe del Servicio de Psiquiatría y Salud Mental de Niños y Adolescentes de Bizcaia.
Pincha aqui para acceder al ARTICULO

sábado, 25 de mayo de 2013

Casi viva.


Ese domingo había más silencio de lo normal y durmió hasta tarde. Cuando despertó el sol inundaba toda la habitación y estaba bañada en sudor. Un agridulce sabor le subió por la garganta haciendole saltar de la cama en busca de un vaso de agua.
La noche anterior se bebió la vida a grandes sorbos como si estuviese apurandola, casi no recordaba como había llegado a casa pero tenía la certeza que se había traido consigo algo precioso que ya nadie le iba a arrebatar.
Por fin había escapado de la tiránica bestia que le tenía amarrada día y noche a la noria de las costumbres, enajenada, hipnotizada, muerta.
Olvidado todo placer comía cualquier cosa con tal de adormecer sus tripas; el trabajo lo realizaba como una autómata a la que hubiesen dado cuerda y no pudiese hacer otra cosa, sin interés, sin ningún atisbo de entusiasmo pero sin rebeldía tampoco.
A simple vista parecía una persona equilibrada, seria y poco comunicativa pero amable y educada, aunque nadie recordaba haber bromeado nunca con ella.
Aprendió pronto las normas, a base de golpes se volvió cobarde y tímida y tan insegura que siempre se creía la causa de todas las desgracias y errores. Llevaba la culpa marcada a hierro en sus carnes todavía jóvenes.
Cuando la mirabas a los ojos lo sabías, nunca miraba a nadie a la cara y ese color azul era tan transparente y claro que la traicionaba. Pero nunca lo supe con certeza hasta ese día en que ella me lo contó hasta vomitar todo el dolor, todo el miedo y toda la tristeza que arrastraba consigo.
La encontré acurrucada llorando en un portal como una niña perdida y después de mucho insistir conseguí que me contará que tenía que pasar la noche sola en casa y la sola idea le aterrorizaba; me quede perplejo porque mi vecina que yo supiese siempre había vivido sola. No entendía nada, la tranquilice y le pedí que me explicase lo que había pasado.
"Las tiendas han cerrado y mi televisor se ha estropeado"... Le propuse ir a un bar y allí la deje unas horas después todavía sola pero ya casi viva.

miércoles, 15 de mayo de 2013

La raiz de la violencia




12 Puntos por Alice Miller


"Hace ya varios años que está científicamente comprobado que los efectos devastadores de los traumatismos infligidos a los niños repercuten inevitablemente sobre la sociedad. Esta verdad concierne a cada individuo por separado y debería –si fuese suficientemente conocida– llevar a modificar fundamentalmente nuestra sociedad, y sobre todo a liberarnos del crecimiento ciego de la violencia. Los puntos siguientes ilustrarán esta tesis:
Cada niño viene al mundo para expandirse, desarrollarse, amar, expresar sus necesidades y sus sentimientos.
Para poder desarrollarse, el niño necesita el respeto y la protección de los adultos, tomándolo en serio, amándolo y ayudándolo a orientarse.
Cuando explotamos al niño para satisfacer nuestras necesidades de adulto, cuando le pegamos, castigamos, manipulamos, descuidamos, abusamos de él, o lo engañamos, sin que jamás ningún testigo intervenga en su favor, su integridad sufrirá de una herida incurable.
La reacción normal del niño a esta herida sería la cólera y el dolor. Pero, en su soledad, la experiencia del dolor le sería insoportable, y la cólera la tiene prohibida. No le queda otro remedio que el de contener sus sentimientos, reprimir el recuerdo del traumatismo e idealizar a sus agresores. Más tarde no le quedará ningún recuerdo de lo que le han hecho.
Estos sentimientos de cólera, de impotencia, de desesperación, de nostalgia, de angustia y de dolor, desconectados de su verdadero origen, tratan por todos los medios de expresarse a través de actos destructores, que se dirigirán contra otros (criminalidad, genocidio), o contra sí mismo ( toxicomanía, alcoholismo , prostitución, trastornos psíquicos, suicidio).
Cuando nos hacemos padres, utilizamos a menudo a nuestros propios hijos como víctimas propiciatorias: persecución, por otra parte, totalmente legitimada por la sociedad, gozando incluso de un cierto prestigio desde el momento en que se engalana con el título de educación. El drama es que el padre o la madre maltratan a su hijo para no sentir lo que le hicieron a ellos sus propios padres. Así se asienta la raíz de la futura violencia.
Para que un niño maltratado no se convierta ni en un criminal, ni en un enfermo mental es necesario que encuentre, al menos una vez en su vida, a alguien que sepa pertinentemente que no es él quien está enfermo, sino las personas que lo rodean. Es únicamente de esta forma que la lucidez o ausencia de lucidez por parte de la sociedad puede ayudar a salvar la vida del niño o contribuir a destruirla. Esta es la responsabilidad de las personas que trabajan en el terreno del auxilio social, terapeutas, enseñantes, psiquiatras, médicos, funcionarios, enfermeros.
Hasta ahora, la sociedad ha sostenido a los adultos y acusado a las víctimas. Se ha reconfortado en su ceguera con teorías, que están perfectamente de acuerdo con aquellas de la educación de nuestros abuelos, y que ven en el niño a un ser falso , con malos instintos, mentiroso, que agrede a sus inocentes padres o los desea sexualmente. La verdad es que cada niño tiende a sentirse culpable de la crueldad de sus padres. Y como, a pesar de todo, sigue queriéndolos, los disculpa así de su responsabilidad .
Hace solamente unos años, se ha podido comprobar, gracias a nuevos métodos terapeúticos, que las experiencias traumatizantes de la infancia, reprimidas, están inscritas en el organismo y repercuten inconscientemente durante toda la vida de la persona. Por otra parte, los ordenadores que han grabado las reacciones del niño en el vientre de su madre, han demostrado que el bebé siente y aprende desde el principio de su vida la ternura, de la misma manera que puede aprender la crueldad.
Con esta manera de ver, cada comportamiento absurdo revela su lógica , hasta ahora ocultada, en el mismo instante en que las experiencias traumatizantes salen a la luz.
Una vez conscientes de los traumatismos de la infancia y de sus efectos podremos poner término a la perpetuación de la violencia de generación en generación.
Los niños, cuya integridad no ha sido dañada, que han obtenido de sus padres la protección, el respeto y la sinceridad necesaria, se convertirán en adolescentes y adultos inteligentes, sensibles, comprensivos y abiertos. Amarán la vida y no tendrán necesidad de ir en contra de los otros, ni de ellos mismos, menos aún de suicidarse. Utilizarán su fuerza únicamente para defenderse. Protegerán y respetarán naturalmente a los más débiles y por consecuencia a sus propios hijos porque habrán conocido ellos mismos la experiencia de
este respeto y protección y será este recuerdo y no el de la crueldad el que estará grabado en ellos."

Más sobre Alice Miller:
http://www.screamsfromchildhood.com/articulos_alice_miller.html

http://www.alice-miller.com/

sábado, 4 de mayo de 2013

De princesas y sapos.

Ese día el cazador salio con intención de encontrarla. Llevaba horas buscando por las callejuelas oscuras y estaba seguro de que andaba por allí pero no encontraba el rastro de su olor que tan bien conocía. Era el que mejor la conocía, casi diría que era su obra.
La había conocido cuando solo era una niña, llena de ilusiones y sueños de princesa buena y sacrificada y él necesitaba tanto que lo cuidasen...la amo a su manera y ella entendió enseguida que uno no puede dar lo que no ha recibido y pago con amor y resignación desprecios y desplantes de todo tipo. La princesa se esforzaba en acunar y amansar su carácter pero el arraigo que tenía el odio en su corazón era tan fuerte que a veces no podía contenerlo y lo descargaba con quien sabía que siempre lo iba a perdonar, por que lo necesitaba, él era su hombre, lo único que ella tenía, la única persona con la que hablaba y que a veces la abrazaba e incluso le pedía perdón realmente arrepentido cuando la violencia llegaba a extremos que ella no conseguía olvidar. Entonces realmente arrepentido se disculpaba en su infancia y todo lo que lo convertía en un monstruo que ella no merecía y la pobre niña llegaba a compadecerse y llorar con él por la vida tan desgraciada que había vivido y se olvidaba de su propia desgraciada vida pagando con ella los pecados de él.
A menudo pensaba en su madre, en sus amigos de la infancia y sabía que no la habrían abandonado si se hubiese atrevido a pedir ayuda pero ¿que habría sido de él?, pensaba la desdichada y no se atrevía ni siquiera a imaginar al desgraciado solo. Así iban pasando los días y un día él volvió con algo que le hizo sentir feliz por un instante, como el primer día que uno prueba los caramelos de niño, ella se sintió envuelta por una nube de paz donde lo irreal era más verdadero que la vida. Las cosas empezaron a ir mejor entre ellos, él ya no se enfadaba tan a menudo y ese caramelo los acercaba y los hacía cómplices.
Hasta entonces él había trabajado pero paulatinamente empezó a faltar y acabo en la calle, se volvió osado y robaba para mantener el vicio y se volvió imprescindible para la princesa que a duras penas conseguía una barra de pan o un litro de leche, su único sustento; la droga era cara y nunca llegaba para la comida.
Un día lo pillaron y ella tuvo que ir a visitarlo en prisión, le pidió droga y ella no pudo darle más que el cariño antiguo, un poco dolorido por el mono. Le prometió traerle algo aunque no sabía como.
Pasaban las horas y cada vez se sentía peor, deambulando por las callejuelas del barrio chino encontró a un camello y suplico hasta que él le propuso un intercambio de lo único que ella poseía y podía darle. Se fue a casa con su tesoro y una firme decisión de guardar la mayoría para compartirla con él en un vis a vis pero se lo fumo todo y al día siguiente salió a buscar más.
Día tras día posponía su cita y así fue recuperando su independencia, cuando consiguió ir a verlo ella era otra, la princesa y su inocencia habían muerto y se había transformado en reina, con el peso de su corona y de su reino, pero dueña al fin de si misma. Y ni siquiera entonces lo abandono del todo, le visito, le escribió, le llevo droga.
En la última visita le dijo lo que hacía, él nunca le había preguntado, no quería saberlo he incluso le venía bien que fuese así, pero cuando la escucho contarlo sin sombra de culpa, montó en cólera y la insulto, la humillo por última vez porque ya nunca iba a poseer a la princesa, esta había muerto y la mujer que allí estaba no tenía intención de tener ningún dueño.
Y el cazador siguió husmeando por el barrio chino sin encontrar ni siquiera el cadáver de su pieza. Su caza se había recuperado de la herida y salía en busca del buen tiempo con otras aves que emigraban hacia el sur.

martes, 30 de abril de 2013

La infancia encarcelada

La Ley de Responsabilidad penal del Menor trata de sustituir la idea de protección y educación de la infancia vulnerable, por la de instaurar la doctrina del miedo y presentar a la infancia como peligrosa
César Manzanos Bilbao
Gara


Dentro del llamado sistema de justicia juvenil español, más de 2.500 menores de edad se encuentran recluidos en cien centros. Tres de cada cuatro de estos centros están gestionados por empresas privadas, algunas camufladas como ONG.
Están en situación de reclusión por pena impuesta al amparo de la Ley de Responsabilidad penal del Menor, una ley que se ha ido modificando a golpe de alarma social creada por quienes sustituyen la idea de proteger y educar a nuestra infancia vulnerable, por la de instaurar la doctrina del miedo en nuestra sociedad y de concebir a la infancia como peligrosa. Tratan de vendernos la necesidad de «más seguridad», léase, más inversión y gasto en la industria del control penal.
Para ello se han inventado el derecho penal del enemigo, el derecho penal de autor, el nuevo derecho penal de la seguridad ciudadana que recorta las garantías y el ejercicio efectivo de las libertades en un proceso hacia una sociedad penitentecarcelaria. La aplicación de esta legislación es la desproporción punitiva y la aplicación desigual de la ley según quien sea el autor de la infracción.
La esquizofrenia del sistema punitivo, tanto para mayores de edad como especialmente para menores, es su obsesión por otorgar una orientación reeducativa a las penas. La privación de libertad, en cualquiera de sus grados, es incompatible no con la educación, al menos con cualquier tipo que no sea la educación para el disciplinamiento.
Penalizar es imponer una sanción y establecer mecanismos para su obligado cumplimiento. Pero existen diversos tipos de penalización, formas distintas de imponer una sanción de igual modo que existen diversas formas de educar. Por ejemplo, a una persona se le puede sancionar de muy diversas formas por haber cometido un robo con pena de cárcel, cortándole la mano, otorgándole ayudas económicas cuando el motivo del robo haya sido la indigencia o privándolo de su patrimonio cuando el motivo del robo ha sido el enriquecimiento ilícito. Son formas distintas de penalizar el mismo delito, que varían según la forma de concebir el delito y la pena en diversas culturas y momentos históricos.
De igual modo ocurre con el concepto de educación. Educar se diferencia de informar en que la educación trata de moldear el comportamiento en función de los valores y normas de conducta que trasmite, pero existen diversas formas de entender la educación y diversas prácticas educativas. Así por ejemplo, no es lo mismo que cuando una criatura comete una infracción, por ejemplo un hurto en unos grandes almacenes, se le denuncie a la Policía y se le incoe un expediente policial y judicial, aplicándosele después medidas sancionatorias tales como vigilancia, arresto o internamiento, o que por el contrario se les avise a sus padres para que éstos tengan la posibilidad y el protagonismo, junto a los educadores de hacerle entender que su conducta puede tener consecuencias perjudiciales para su vida fu- tura en sociedad.
En el primero de los casos estamos aplicando una educación domesticadora y fundamentada en el castigo, el protagonismo lo tiene la seguridad y se considera al menor como peligroso y por extensión a su familia como mala familia. En el segundo caso se aplica una educación liberadora y fundamentada en la comprensión, el protagonismo lo tiene la familia y el entorno social, y parte del concepto de que el menor está en peligro.
Por lo tanto, el binomio penalización y educación están íntimamente relacionados. Son las dos caras de la misma moneda. Desde este punto de vista, hemos de analizar el tipo de acción educativa que se aplica en el marco de un sistema de ejecución penal para personas en la etapa vital de la infancia y de la primera adolescencia, donde las medidas penales que se aplican se fundamentan en el concepto de privación de libertad en sus diversas modalidades. La privación de libertad es incompatible con la educación para la libertad. Mediante el disciplinamiento para aceptar las normas de funcionamiento de una sociedad y de una institución como la penal, el único tipo de educación que se puede aplicar es el domesticador, fundamentado en las teorías educativas del conductismo y de la aplicación más pervertida de las teorías cognitivo-conductuales.
En el tipo de educación que se puede dar sobre la penalización fundamentada en la privación de libertad, las técnicas de aprendizaje no van a ser las de imitación de comportamiento ejemplares y la internalización de comportamientos amables, sino las propias del sistema disciplinario premial, fundamentado en sanciones positivas (recompensas) y en sanciones negativas (castigos) como mecanismo de regulación del comportamiento, como sistema de adaptación del sujeto a la propia institución encargada de administrar la privación de libertad y como forma de concebir en un senti- do más amplio la adaptación a la sociedad.
Claro que las instituciones de internamiento educan, pero lo hacen en valores y formas de conducta concretos: el poder lo tiene la autoridad constituida, hay que adoptar una actitud cínica y fingida para conseguir lo que se quiere, se aceptan las normas no por convicción sino por miedo a la sanción, etcétera. Desde este punto de vista, la penalización fundamentada en la privación de libertad, tanto para adultos como para menores, implica la aplicación de una tecnología disciplinaria que limita derechos a sujetos previamente seleccionados por el sistema policial y penal, en aras de garantizar el funcionamiento de la industria penal y no en aras de la prevención y lucha contra el delito o de la seguridad ciudadana.
Frecuentemente, la industria penal y sus industrias complementarias (médica, asistencial, etcétera) son holding de empresas subsidiadas por el Estado que se dedican al negocio de la estigmatización de determinadas categorías de sujetos (extranjeros, gitanos, desescolarizados, pertenecientes a familias empobrecidas, drogodependientes, contestatarios o terroristas). Posteriormente esta industria penal y asistencial se decida a su tratamiento y reciclaje. ¿Quiénes son los llamados menores infractores que están sujetos a medidas de privación o limitación de su libertad? En primer lugar, una mínima parte de los que cometen infracciones penales graves. En segundo lugar, no son los más peligrosos ni los de menor nivel cultural ni quienes han cometido delitos más atroces. Son quienes han sido seleccionadas por parte del sistema policial y penal por sus rasgos económicos, étnicos y culturales y definidos como menores delincuentes.
Los menores etiquetados como «infractores» son seleccionados por la actividad discrecional de la Policía. En función de los lugares donde la Policía se hace presente se recluta a un tipo de menores con perfiles muy concretos que evidentemente no son ni los únicos, ni los que fundamentalmente perpetran delitos, pero sí los que son definidos como «delincuentes juveniles». Aplicándoles formas de coerción penal fundamentadas en el encierro y en la desconfianza sistemática hacia su persona se les trata de convertir en personas definitivamente inadaptadas, que en el fondo es lo que consiguen los actuales centros de reclusión para menores. La gran mayoría de estas personas no necesita reeducación, ni tiene problemas de integración. Simplemente necesitan tener las mismas oportunidades sociales que el resto de la infancia y adolescencia no marginada. En otros casos como los llamados «menores infractores extranjeros», mecanismos de convivencia intercultural para corregir las situaciones de confusión mental y moral que crea el estatus jurídico de irregular y el social de menor peligroso que le imprime rechazo y violencia.
Estos son los motivos fundamentales por los cuales el tratamiento que se otorga en los centros a estos menores diste mucho de contribuir a su educación para la libertad, a su crecimiento personal y al respeto al tan traído y llevado «interés del menor» del que habla la legislación.
En todo el Estado se construyen cárceles para niños que son de régimen cerrado y abierto, y también existen dependencias de máxima seguridad, por que cuando las criaturas no se adaptan a los centros y programas ordinarios son trasladadas y se les aplican medidas «técnicas» en centros infantiles de máxima seguridad, como ocurre en Madrid, en Murcia o en la reciente y ultramoderna cárcel para niños abierta en Zaragoza.
Es decir, en función del comportamiento del menor, y de su supuesta peligrosidad se establecen en la "nueva legislación" un grado mayor o menor de control penal y policial que va desde el arresto domiciliario, la libertad vigilada, los centros abiertos y semiabiertos, hasta los centros cerrados y de máxima seguridad. Estos centros, y por tanto el velar por el interés del menor, se dejan frecuentemente a empresas privadas.
Algunas de las entidades que gestionan cárceles para niñas y niños a lo largo de la geografía peninsular mantienen un régimen de internamiento para menores con salas donde las criaturas son aisladas, esposadas o permanecen en celdas escarbadas bajo tierra. Son organizaciones o industrias especializadas en la ejecución penal para menores que tienen reglamentos internos donde se sanciona a los infantes y adolescentes por tirarse un pedo, no lavarse las manos antes de las comidas, ducharse sin gel, hablar con los menores que están en aislamiento, poner los pies encima de la silla o cuestiones similares.
La infancia y la juventud representan el futuro de nuestra sociedad y la forma de tratarles es determinante para la misma. Además el sistema de penalización de la infancia será y es la conformación de menores desarraigados que posteriormente poblarán y pueblan las cárceles para adultos.
Es responsabilidad de la administración cuidar especialmente a los menores y tanto los jueces de menores como los funcionarios o entidades encargadas de ejecutar las sanciones impuestas a los mismos han de ser los primeros en entender que la educación para la libertad y el castigo son absolutamente incompatibles, y que por tanto quizás tengamos que madurar un modelo nuevo que ejercite la paciencia y el trato exquisito hacia las criaturas, y no reproduzca el recurso fácil y perverso que lejos de educar condena a los menores a la inadaptación cronificada. Mientras, las asociaciones que durante muchos años trabajamos en tareas educativas, asistencia y defensa de los derechos del menor y sus familiares, hemos de seguir vigilantes. Vigilantes para que mediante el control democrático de las actuaciones de la maquinaria que persigue, penaliza y aplica sanciones a nuestros descendientes consigamos convencernos de que existen muchas posibilidades alternativas al tratamiento penalizador basado en la reclusión carcelaria.
Se trata de dar a conocer nuestras experiencias de servicios de apoyo a los menores y de otros servicios sociales existentes en muchos países; de desarrollar políticas sociales y asistenciales que sustituyan a las políticas criminales, alternativas abiertas y programas comunitarios de apoyo social que eliminan la aplicación de regímenes de aislamiento y castigo para lo que resulta imprescindible que todos los menores actualmente penalizados al igual que los adultos estén lo más cerca posible de su lugar de residencia. Esto sólo se puede hacer con la implicación de los menores, de sus padres y de los educadores populares en redes de solidaridad, mediante la autoorganización social frente a la apropiación y penetración de técnicos, jueces, fiscales, policías en algo tan importante como la educación de nuestros hijos.

* César Manzanos Bilbao es profesor de Ciencias Sociales en la Universidad del País Vasco y miembro de Salhaketa. Más artículos suyos aqui